lunes, noviembre 28

Proyecto de Creación de una micro empresa con la joyita!

Sin duda las líneas que me recuerdan uno de los episodios más dolorosos de mi primer año universitario. Clase que dura todo el año y en el cual se forman grupos para crear un Business Plan de una micro-empresa, pero que no es más que una palabrería políticamente correcta para decir vagabundería, vagancia e irresponsabilidad.
Rosquero, todopoderoso, de el depende 50% de la nota final del año, o sea que ojo muchachos yo me le puedo tirar el año si me da la gana. Como todos los irresponsables coge 2 o 3 grupos por año a los cuales va a exprimir hasta que su ego megalomaniáco esté saciado. Lo que hizo con mi grupo fue de una crueldad inaúdita, pero claro enfrentarse al hombre era poner en peligro 50% de la nota, tirarse el año y tener que volver a pagar la famosa matrícula. Nos tocó comer callados desde la segunda reunión de grupo que mantuvimos. Allí nos dijo despectivamente, que éramos un grupo que ya había dado de qué hablar, qué éramos el grupo de las joyitas, de las joyitas que me voy a tirar durante todo el año pareció decirnos. Cual era la causa de tal acusación? Es tan ridícula que no puedo ocultar mi risa: en la primera sesión teníamos una hora para decidir la empresa que íbamos a crear. Mejor dicho el popular juego de dar ideas a la lata por muy locas que sean. Nosotros no pudimos ponernos de acuerdo en una hora, más aún sin conocernos entre nosotros, en fin totalmente normal. Tan normal que fuimos el grupo paria, el grupo que no dijo locuras, el grupo raro…
Llegó esa segunda reunión, en un salón con tres grupos más y comenzó éste profesor a dirigirse a nosotros como si fuera el peor de los zorreros. El señor no sólo es vulgar sino también es un numerólogo de la talla del Indio Amazónico. Dicto una profecía: ud tienen un número de grupo muy bueno, de los grupos que normalmente son excelentes pero a los que me toca madrear de vez en cuando. Luego cuando ya las lágrimas de dos de mis compañeras me hacían perder paciencia, el profesor de ésta excelente universidad, nos convidó a irnos a tomar un cerveza, irnos de parranda, que nos fumáramos una marimba entre todos para formar grupo pues éramos un grupo destruido. Nos expulsó de clase, con lo cual sólo lo volvimos a ver después de 6 meses en la presentación final del trabajo, el cual revalidamos por supuesto. Después de rogarle, de arrodillarnos hasta que nos diera una pubalgia este rey justo, nos dio a nosotros los miserables “cheques” ese medio punto que nos hacía falta.
Sin duda el lenguaje y las maneras de este señor hacen parte de las exigencias profesionales para dictar clase en dicha universidad. Sin embargo es un tipo intocable de esos que no hacen nada pero que dan la impresión de que trabajan pero que además son imprescindibles, sin ellos se acaba el mundo, son la joyita de la corona. Nunca mejor dicho…
Este año piden su teléfono todas las viejas para conocer su futuro… 7600 euros la consultica!

Marketing o mercadotecnia para ser más profesionales

Invito a ver de nuevo la foto del tipo, póngale una nariz roja, una peluca multicolor y un disfraz de payaso y verán a un posible candidato a quitarle el puesto al payaso que anuncia en cualquier corrientazo de San Victorino.
Conocido como el gurú del Marketing, basa toda su autoridad diciendo que estuvo en la misma clase que el director actual de la universidad y que es otro duro para coger a los tramposos que sacan trabajos de Internet, con lo cual cumple ya con dos requisitos fundamentales de la excelencia académica de la universidad, podemos dormir tranquilos nuestros pesitos están siendo bien invertidos. Si me lo encuentro por la calle creo que es un borrachín de vieja data, ningún almanaque Bristol nos explica porqué su cabello no conoce el invento del “Champú”.
Tiene más sangre una yuca, tiene más ganas de trabajar un costeño enyesado en pleno carnaval de Barranquilla, mejor vendedor es el payaso de San Victorino o el culebrero de La Mesa. Durante sus interesantes clases de 4 horas seguidas, levanté alguna vez la cabeza de mi computador, para oír verdades que me hicieron sentir el pequeño hombre ignorante que soy. Doy algunas para compartir mi sabiduría con ustedes:
-“No hay que poner los productos en el fondo de los mostradores, hay que ponerlos delante para que el cliente los vea”
-“Siempre comience un cuestionario con una pregunta”
-“Esta pregunta es correcta: Es ud muy racista, poco racista, medio racista?”
Este hombre además de mamar gallo es el hombre hoy en día más buscado por Procter & Gamble, le guardo un cariño especial por su disponibilidad y por su capacidad para mandar al carajo a cualquier alumno que desee obtener 5 minutos de su preciado tiempo. Que pena gurú, sé que para ti no soy más que un miserable cheque, sigue reflexionando por favor!

Impacto de las Tecnologías con Don Cuchillas

Quizás en el profesor que más pienso cuando pago la matrícula a principios de año. En la foto parece que estuviese haciendo un casting para sustituir al Mocho de Sábados Felices, se ríe, no mira al objetivo, pienso que le tomaron esa foto mientras ejercía el método de corrección de exámenes que explicaré a continuación.
En un año su gran aportación académica se resume a un ciclo de 4 conferencias seguidas de 2 horas de debate, un debate pasional, enardecido, totalmente argumentado y responsable. Es de esas clases a las que uno va corriendo, para alcanzar a firmar la hoja de presencia segundos antes de que cierren el recinto, tranquilo puedes correr tendrás 4 horas de plácida siesta. El que normalmente vuelve a estas clases, es aquel masoquista que prefiere la incomodidad de la silla para motosear, o aquel perverso ñoño que mama hasta al profesor con la preguntadera.
Asistí a una sola de las conferencias-debate, y por más que viviese a 5 minutos de la universidad, hay momentos en que la pereza se vuelve un comportamiento inteligente, más aún cuando la mediocridad de la clase le recuerda a uno el tamaño de la úlcera de la matrícula.
Pasemos a los hechos, en la primera conferencia con la cual el profe quería de mostrarnos la eficiencia de las tecnologías en la vida administrativa francesa, el invitado era un abuelito, alcalde de un pueblo tan perdido que parecía inventado para la ocasión. El gran logro del “abue” era haber puesto Internet en la oficina de su pueblo, y tener una impresora para imprimir los documentos administrativos. Un genio revolucionario así lo presentó el “ticher” ante la mirada inapelable de 100 alumnos. El panorama era absolutamente desolador y más aun si tenemos en cuenta que el francés no es mamador de gallo en esas ocasiones. Sin embargo, algunos eruditos de la siesta dormían plácidamente, y es que nada mejor que un aguelito contando viejas epopeyas tecnológicas para mesearlo a uno. La labor del profesor era despertar a los dormilones, bonita tarea del que fuera el rector de la universidad un año atrás.
El debate acabado, fui uno de los pocos valientes que aceptó el reto de asistir a la parte debates. Cuando uno se tira la siesta mejor tirársela por una buena razón…
Normalmente debíamos ser más de 300 alumnos motivados y llenos de preguntas sobre la tecnología en aquella aldea perdida. La universidad en un generoso esfuerzo había contratado a un ayudante para el profesor…querían dividir a los 300 en dos grupos, por Dios! Éramos solo 46 y cuando uno cuenta los asistentes es porque de verdad no tiene uno nada que hacer. El ayudante era un tímido desempleado que pasaba de casualidad por la universidad y al que le habían dado unas cuantas fotocopias. El profesor comenzó con una ametralladora de preguntas obvias “Que efecto tiene Internet en el pueblo?” Qué documentos se podían imprimir en la alcaldía?”, pero son de esas preguntas con las cuales nuestro ñoño de turno se deleitaba. Yo ni abrí el computador para chatear un poquito pues iba a durar más la prendida del PC que la clase. Viendo que frente a él había un mosaico de caras largas, se puso agresivo y amenazó con “rompernos a palo” si no éramos más activos y si dormíamos durante la conferencia. En fin la vieja cantaleta de profesor que no ha preparado la clase y que le hecha la culpa a los alumnos, todo esto duró 10 minutos al final de los cuales dio por terminada una clase que debería durar 2 horas. Menos mal no le pagan a la hora a este tipo. Cuando al profesor le importa cinco como puede motivarse uno….

En fin vino la evaluación, y nos vinimos a enterar casi todos del trabajo a entregar por los ñoños que fueron a las otras tres conferencias y a los cuales nuestro malvado y astuto profesor les había dado las pistas del éxito. “Pero no se lo digan a los otros?”, como decía Kilo en el Chavo del Ocho. En fin había que escribir un artículo sobre un impacto de una tecnología en una industria dada. Dos posibilidades se habrían a nosotros, coger la de un alumno del año anterior y entregar, o buscar en Internet algún artículo en la página 233 de la búsqueda de google. La posibilidad de hacer un trabajo personal no se me pasó por la cabeza.
Quise ser yo un artista, quise hacer “un collage” a lo Picasso de varios artículos, lo hice en 10 minutos, al menos leí lo que había impreso, le dí una forma. La mayoría entregaría artículos sin el nombre del autor, o los mismos trabajos del año pasado con nombre diferente: era apenas lógico, quién en el mundo va a leer 360 trabajos? Y sobretodo ese profesor iba a ser tan responsable de ponerse a verificar uno a uno los trabajos de todo el mundo. No por Dios! Su táctica es algo más chistosa, con lo cual tapa su decadente moral académica. Coge 4 trabajos al azar, entre los cuales Oh Dios! Se encontraba el mío. Además de un colombiano había cuatro árabes, las presas perfectas para ponerles el San Benito y pasearlos por los pasillos como los tramposos amorales. Comprendí entonces la labor del ayudante cuando me citaron a donde el director por atentar contra la propiedad intelectual y otros cargos. Menos mal la Corte Penal Internacional estaba ocupada con los casos de Milosevicth, que en Guantánamo no hay más campo y que en Francia afortunadamente no hay más pena de muerte. Todos los 4 habíamos hecho como casi todos, solo que nuestro error fue el haber sacado el trabajo de varios artículos lo cual no le daba armonía al trabajo, podíamos ser tramposos como los otros pero no herir el orgullo del profesor siendo verdaderos artistas. El profesor sin duda nos iba a hacer creer que se sabía la prensa mundial sobre el tema durante los últimos 50 años, y que por su profesionalidad, por su pedigree académico nos había cogido.
Es así como éste profesor le demuestra su valía y su capacidad a la administración, cogiendo al pinochazo 4 trabajos, buscando en Internet hasta el cansancio si todos los párrafos son del alumno o copiados de Internet. Luego acusar a esos 4 alumnos, tratándolos como piratas, como exterminadores de los derechos de autor, la universidad así ve que sus nobles ideales y su excelencia académica son defendidas con furor por este profesor. Luego la burla general del alumnado, claro ladrón no es el que roba sino al que cogen….
Pregunté sin pelos en la lengua, durante mi juicio si todos los trabajos habían recibido el mismo trato minucioso, como por canes que buscaban droga en el aeropuerto. El director sonrojado, me dijo que cómo iba a dudar yo de la profesionalidad del profesor… No tengo más preguntas su señoría.
Tuve 0 en ese trabajo, luego un quizz para validar en el cual no respondí a ninguna pregunta. Milagro del asunto pasé la materia!! Sin duda los quizz los corrige con el mismo detenimiento con el que lleno el cheque de mi mátricula.
Consejo para el año próximo: Profe acuse al menos a 50 de piratería pues acusar sólo a 4 es un poco dudoso.

jueves, noviembre 17

-¿Qué hemos hecho para merecernos esto?- Los "Profes" de Micro

El señor Mosbah Lafi es árabe, y me atrevo a decir que magrebí, por lo menos. El del año pasado, se llamaba ni más ni menos que Teddy Mazamba. Creo que sobra decir que tenía ascendientes africanos, de lo más profundo del África negro (acaso Zambia ??). Tanto Teddy como Mosbah me han enseñado, más que microeconomía, que es lo que deberían, a ser paciente y compasivo. Pues hay que ver la dificultad que causa entender una frase entera en el francés que hablan. Mosbah (más vale tarde que nunca) está aprendiendo a pronunciar la e como e y no como i (“obtinir un cridit”), pero su timidez e inseguridad crónicas lo convierten en un robot desafinado, aunque preocupado por la comprensión del estudiante (“é-cé-clair?”). Se repite tanto, que parece un bachiller del DAS chismoseando, perdón, preguntando, en Emigración del Dorado. Y claro, como si hubiera seguido los cursos de bachiller del DAS, es irascible. Una vez rompió una tiza de la furia que le dio que una alumna lo hiciera confundir la izquierda con la derecha. No los abstractos conceptos políticos, sino la mano izquierda con la derecha. Uno se siente transportado a los tiempos del jardín infantil: son clases de motricidad fina. Mosbah y Teddy son doctorantes. Y sin embargo, Mosbah se refiere a Keynes en presente: “Keynes es un visionario” dijo. No sé si la preparación del doctorado le habrá dejado tiempo de verificar la fecha de defunción del señor Keynes.
Qué decir de Teddy? Su nombre nos da unas cuantas pistas: como el oso de peluche nombrado en honor del primero de los Roosevelt (que en realidad era más bien un Monstruo), su ternura no tiene límite. De lo alto de sus 1,90, a Teddy sus rulitos de pelo se le ven como moños navideños, símbolos de su carácter bonachón. Oír su pronunciación es casi un experimento etnológico. “Este hombre es uno de los nuestros”, se dice uno, en trance humanitario. Pero claro, tanta melosería se vuelve fatigante: la hora y media semanal parecía año y medio de convivencia en la tribu de los zulus. Y es por eso que se masificaron en poco tiempo los flagelos del estudio: la “capadera” de clase, la “montadera”, antítesis de toda autoridad. De estar en Colombia, a Teddy ni siquiera le dirían Teddy (y por nada del mundo “Doctor” Mazamba), sino simplemente “Tícher”. El popular “profe”, símbolo máximo del irrespeto y la desinstitucionalización. Personajes que por atesorar la obstinación, una elocuencia mínima y un saber en saldo rojo permanente, serían más aptos para servir de guías turísticos en el Sahara que para contribuír al perfeccionamiento académico de generaciones enteras. A menos que de verdad se quiera formar una sociedad de seres grises y sin ambiciones.
Francia se merece otra revolución.